Imagenes

Imagenes

jueves, 2 de octubre de 2014

Auto retrato linguistico

 MI AUTO RETRATO LINGÜÍSTICO
por Alejandro Gracía Herrero

      Creo que mi entorno lingüístico, es un tanto curioso.

      Para empezar nací en Bogotá, Colombia, donde mis padres, españoles de Santander ambos, estaban viviendo por motivos de trabajo. Es decir, en mi casa siempre se ha hablado un castellano del norte.
Dicen que en Colombia se habla uno de los mejores castellanos del mundo, ya que utilizan aún palabras antiguas, emplean frases y giros siempre precisos y apropiados y son capaces, incluso la gente más humilde, de engranar discursos básicos pero siempre bien construidos. Palabras como "prelación" (prioridad), "dizque" (dice que), aparecen ya en el Quijote y son usadas en el ritmo diario de los colombianos.
      Me fui de Colombia con un año y medio de manera que no aprendí a hablar allí, ni se me pegó el dialecto ni su dulce cadencia.

Desde allí nos fuimos a Buenos Aires (Argentina), de manera que mis primeras palabras fueron con dialecto porteño. "Vení, ché ¿querés jugar a la pelota?", fue una de las primeras frases que escuché e hice mías. Como me gusta el fútbol desde muy pequeño y en Argentina, eso es pasión, fue en la "cancha" donde amplié mi vocabulario: "potrero" (campo de barrio donde se juega al fútbol), "arquero" (portero), "canilleras" (espinilleras), "chomba" (sudadera)... etc. También me dí cuenta de que había palabras que se empleaban con naturalidad en mi casa y que sonaba mal en el colegio. "Coger" era la palabra prohibida.
En ese misma época y al mismo tiempo, de practicar el bilingüismo (porteño-español) en el mismo idioma, empezé a ir a un colegio bilingüe inglés, de manera que tuve que convivir con un tercer aprendizaje y pronto comprendí que mi salita de tres años era la "bear", la de cuatro "pinguin",y "egresé" ( otra palabra porteña) con cinco años del "elementary school". Parece ser que todo era en ingles..., pero evidentemente se me quedo allí.

Comencé la primaria en un colegio distinto, entre otras cosas porque estaba en otro país: Chile.
Vivía en un barrio lleno de familias extranjeras, como  nosotros, y mis mejores amigos eran: un brasileño, que felicitaba los cumpleaños con un "parabens para voçe", un norte americano que decía "happy birthay", y un chileno que decía "que los cumplai felí", los chilenos acortan todas las palabras.
Y después... regresé a España. Llegué con toda esta mezcla de dialectos, recuerdos y vivencias en mi cabeza, pero no me costó nada adaptarme, porque en casa seguíamos hablando siempre un español muy básico y mi madre siempre nos ponía referencias de cómo se hablaba en España para que no nos olvidásemos.

Desde que llegué, mi castellano se ha ido reforzando, y ampliando mi vocabulario. Mís abuelos (de Castilla y León) también han influido con sus palabras en mi léxico y ahora también me manejo con el bilingüismo
- El que hablo con los amigos en la calle.
-El que hablo en casa, intentando expresarme mejor.